Costos Fijos y Variables, Cuál es la diferencia
Concepto de Costo
Valorizar un bien, servicio o algún tipo de actividad entrega información relevante tanto para personas en su vida cotidiana como para empresas, así podríamos decir que es casi una necesidad que ha existido desde la historia de la vida y ha sido utilizado desde tiempos remotos. Pero, ¿de qué hablamos al decir que ha existido desde hace mucho tiempo? En palabras sencillas nos referimos al simple ejercicio de manejar cifras casi intuitivamente, como por ejemplo el costo de una compra en particular, salir de vacaciones, los costos de mantener una casa, un arriendo, etc. Ahora, si lo llevamos a un negocio, tenemos cuánto cuesta producir un bien o comercializarlo, las remuneraciones, un arriendo de local o maquinaria, entre muchos otros conceptos, todos importantes para la gestión y toma de decisiones.
Ya que tenemos el concepto de costo, es importante conocer una de las principales distinciones de tipos que existen, los que revisaremos de forma sencilla y con mayor detalle a continuación.
Qué son los costos fijos?
Se clasifican como costos fijos aquellos que no dependen del volumen de operaciones de la empresa, ni cambian en función a este. En gran parte, este tipo de costos puede ser vinculado a compromisos de largo plazo o que son recurrentes y deben ser cancelados independiente de su entorno económico o sus ventas.
Es necesario aclarar que el concepto “fijo” no quiere decir que se mantendrán constantes a lo largo del tiempo, sino que hace referencia al atributo de estabilidad ante cambios abruptos en los niveles de ingresos del negocio. Un claro ejemplo es el arriendo, ya que una fábrica que opera en instalaciones pagará el mismo monto sin importar si genera toneladas de sus productos o si paraliza sus actividades.
Otros ejemplos de costos fijos pueden ser:
- Depreciaciones de activos fijos
- Amortizaciones de deudas e intangibles
- Pago de hipotecas
- Primas de seguros
- Honorarios profesionales
- Sueldos de administrativos
- Mantenimiento de instalaciones
- Contribuciones, etc.
Ahora, lo importante en relación a los ingresos es el porcentaje de estos que necesitaremos para cubrir estos costos fijos. Es decir, frente a ingresos altos, estos costos parecen “consumir” las ventas en menor medida, mientras que ante ingresos menores, podrían los costos fijos ser más altos y dejar una tasa no cubierta que puede poner a la empresa fuera de juego o llevarla a la bancarrota.
Y los costos variables?
Cualquier erogación que se altera en función a los niveles operación del negocio, puede considerarse un costo variable, los cuales son altamente sensibles a los niveles de actividad del negocio, es decir, concordantes a los volúmenes de producción y ventas.
Dentro de esta definición, podemos ya incluir otra categoría, como los costos directos y de producción, los cuales generalmente se comportan como un costo variable. Si hay un aumento en la producción, las compras de materias primas, el pago de mano de obra, el material para envoltorios, combustible, energía y fletes también aumentarán.
En resumen, son flexibles, ascienden y descienden en función al ambiente económico y las acciones que toman los directivos de la compañía, por decirlo de algún modo.
Entre los costos variables más comunes, destacan insumos como:
- agua para elaborar una gaseosa
- tela, hilo y los botones para una prenda de vestir
- cuero para la elaboración de zapatos
- cacao para la fabricación de chocolates.
El pago por estos costos solo se realizará si es que hay producción o actividad en el negocio. En caso contrario, no habría desembolso alguno.
Puede haber costos que tengan una parte fija y otra variable?
La respuesta es SI y se les conoce como costos mixtos. Existen gastos como el mantenimiento de equipos que pueden tener una parte fija y la otra variable; es decir, si el mantenimiento se hace en función a las unidades producidas, entonces se trata de costos variables; si el mantenimiento se hace cada cierto tiempo, independientemente de la cantidad producida, entonces sería un costo fijo. Lo mismo puede pasar con la luz y el agua, si ambos servicios aumentan a mayores niveles de producción, entonces parte del costo mensual de esos servicios son variables y otra parte es fija.
Entonces, cuál es la diferencia?
Mirando la naturaleza de un costo fijo respecto a un costo variable, podemos decir que el primero está asociado al tiempo más que a los niveles productivos u operativos. No así el costo variable que se mueve conforme cambian los niveles de la operación.
Para finalizar, una forma de ayudar a mantener los costos bajo control es evitar por completo que los costos fijos se eleven, o convertir costos fijos en costos variables. Para ello, es conveniente analizar las diferentes áreas del negocio y evaluar su estructura de costo, así como las estrategias para controlarlos y reducirlos.
En un post siguiente, revisaremos como la relación entre costos fijos y variables determinan el punto de equilibrio de un negocio o empresa, es decir, donde no se pierde ni gana.